- Si los padres nos quejamos demasiado del tiempo que pasan con estas tecnologías.
- Si pasa demasiado tiempo en su habitación y no quiere pasar tiempo en lugares comunes porque se le dice que deje el móvil.
- Deja de salir con los amigos por estar conectado o cambia de amigos por otros que ha conocido a través de las redes sociales.
- Solo quiere ir a sitios que hay wifi, incluso si se va de viaje no quiere salir del hotel por estar conectado.
- Empieza a dormir mal o incluso a cambiar el horario. Dormir de día y estar conectado de noche.
- Faltar al instituto o llegar muy tarde como norma.
- No le preocupa su higiene personal o su imagen.
- Cuando hay un cambio de conducta o conflictos a la hora de conseguir que deje de usar las tecnologías.